EL MONSTRUO DEL OLVIDO HABITA HOSTIL EN ALFA CASIOPEA
Y el tiempo juega a cubrirnos de estas noches sin resplandor de estrellas ni luz de luna
En tardes de verano, un hombre de ojos tristes ya no compra un eighteen pack ni tiene sexo sobre una cama de sábanas fucsias
El hombre de ojos tristes ahora podrá trepar todo el cielo al borde de la pérdida y seguir su ruta
Con el frescor de la noche lloverán meteoritos y la fuga de estrellas quizás le traiga a casa desde más allá de Orión
Pero hostil en la penumbra el tiempo no recuerda que un hombre de ojos tristes ya no compra un eighteen pack ni tiene sexo sobre una cama de sábanas fucsias
Quizás los ojos del hombre trepen sin nave hasta el cielo del norte y sigan su ruta
Quizás en el frescor de la noche la fuerza acompañe a su rendida espada de luz
Y quizás del cielo estrellado lluevan meteoritos que acerquen a casa su fugaz sonrisa
Oliver Caspers was born in Duisburg, Germany, in 1970, spent the first eight years of his life in Cologne, and then moved to New York with his parents in 1979. After his return to Germany in 1993, Oliver moved to Freiburg in Breisgau, where he received his master’s degree in philosophy and English philology. His profession is that of a trainer, coach and process consultant, who supports others in their personal and professional growth and development. This focus has afforded him the opportunity to work worldwide with a wide variety of people for over 20 years. He loves his wife and daughter and enjoys writing poems, stories, books, songs, and music. He plays piano, guitar, and tennis, enjoys skiing, does kung fu, and loves the ocean and the mountains.
Por Oliver Caspers
¡Te saludo, reino del sol!
De nuevo he venido a verte reinar
Estoy aquí a las puertas del alba,
Tus rayos de luz guardan mi calor.
.
Te doy las gracias por todo lo que has hecho,
Porque sin ti no podría haber llegado.
La oscuridad ha sido desechada
Y tu luz dorada está aquí para quedarse.
.
Mientras paso por la puerta en silencio
Lejos de la ira, el dolor y el odio,
Queda atrás el mundo de la Muerte
Donde incluso el amor era ciego.
.
Ahora estoy dentro de la luz,
Para eso no he tenido que luchar,
Ha salido del fondo de mí mismo
Al fin un libro tomado del estante.
.
Ya no estoy dormido, parece
Que ahora tuviera alas tejidas de sueños,
Las despliego y salto desde muy arriba
A la vorágine…
… ¡y vuelo!
TRADUCCIÓN DE MAR MARTÍNEZ LEONARD
De Free Verse – Cold War Fears 1985-1986 (Verso Libre – Miedos a la Guerra Fría 1985 – 1986)
Foto de Galileo Contreras – Photo by Galileo Contreras
————————-
Sobre el Autor
Oliver Caspers nació en Duisburgo, Alemania, en 1970, pasó los primeros ocho años de su vida en Colonia y luego se mudó a Nueva York con sus padres en 1979. Tras su regreso a Alemania en 1993, se mudó a Friburgo en Brisgovia, donde recibió una maestría en filosofía y filología inglesa. Su profesión es la de formador, coach y consultor de procesos, dando apoyo a otros en el crecimiento y desarrollo personal y profesional. Este enfoque le ha brindado la oportunidad de trabajar por todo el mundo con una gran diversidad de personas durante más de 20 años. Ama a su mujer y a su hija, y le divierte escribir poemas, cuentos, libros, canciones y música. Toca el piano y la guitarra, juega al tenis, le gusta esquiar, practica kung fu, y está enamorado de las montañas y del océano.
Fionn solía pensar que no hay mal que por bien no venga…
Sus ojos azules, cansados. Su vestido rojo. Su vestido azul. Alguien que se aleja con prisa. Alguien que se acerca despacio. La luna azul. Todo azul como el cielo sin nubes. Fionn se mira desde afuera respirar profundo, sonreír. Una onda de relax desciende desde la cima de su cabeza y resbala por sus orejas. Es esa sensación como en aquel juego de cascar un huevo suavemente sobre la coronilla.
Una ventana, un árbol, un auto, su mascota que duerme, su mascota que observa por la ventana, su mascota que le mira desde su pelaje pardo flanqueado por blanco ceniza. Fionn se despierta con la frente apoyada sobre las manos en la mesa. No recuerda su sueño.
La lavadora está centrifugando la luminosidad de la mañana, que se torna en ondas de agua sobre el tejado rojo. Ahora nada es fácil, no que todo sea difícil, pero demasiadas cosas hacen que Fionn arquee sus cejas y su corazón palpite salvajemente. A menudo vuelve a la calma cuando piensa en Margot.
Fionn solía pensar que no hay mal que por bien no venga, pero ahora cree que no hay bien que el mal no haga, y justo la semana pasada llamaron a Margot para reincorporarse a su trabajo en el hospital.
Por Mar Martínez Leonard
Imagen de Carol Kramberger (editada por Galileo Contreras)
Her blue eyes, tired. Her red dress. Her blue dress. Someone walking away in a hurry. Someone approaching slowly. The blue moon. All blue like a sky without clouds. Fionn sees himself from the outside breathing deeply, smiling. A wave of relaxation comes down from the top of his head and runs down his ears. A sensation like in that game of gently cracking an egg on the crown of your head.
A window, a tree, a car, his pet that sleeps, his pet that looks out the window, his pet watching from its brown fur flanked by white ash. Fionn awakens with his forehead resting on his hands on the table. He doesn’t remember his dream.
The washing machine is spinning the morning light that turns into water waves over the red roof. Lately nothing has been easy, not that everything is difficult, but too many things make his eyebrows rise and his heart pound wildly. Fionn often calms down when he thinks of Margot.
Fionn used to believe there´s no evil that doesn´t bring good, but Fionn now believes there´s no good that doesn´t bring evil, and it was just last week when they called Margot back to work at the hospital.
Mar Martínez Leonard (text and translation)
Photo: Prague houses, Eva Serna – edited by Galileo Contreras